Una de las cosas más comunes en un proceso de recuperación de TCA es que después de algún tiempo las personas que nos rodean suelen fastidiarse de la situación; y es que si bien hay quienes logran recuperarse de un trastorno de alimentación en poco tiempo, habemos quienes como yo podemos durar bastantes años (dieciséis en mi caso).
Si hay algo que he aprendido, es que no importa cuantas personas hayan a tu alrededor diciéndote día a día que puedes superarlo, que están ahí para apoyarte o que simplemente te acompañan en el proceso; si tus acciones no están 100% alineadas con tus pensamientos lo más seguro es que no lograrás recuperarte como lo deseas; y sí, esta frase la he escuchado innumerable cantidad de veces, tal vez entonces te preguntarás ¿Por qué no hago algo al respecto?. Sencillo, la diferencia entre entender la frase y colocarla racional y conscientemente en la enfermedad tiene una gran diferencia.
En verdad no imaginas cuantas veces amigos y familiares me han dicho “échale ganas”, si tan sólo se tratara de eso seguramente habría salido de esto hace años. Y es justa esa la razón por la cual muchas de las personas que están a nuestro lado en un proceso así suelen alejarse, pues muchos de sus pensamientos se basan en: “sólo quiere llamar la atención””otra vez con lo mismo””no le importa su vida””ya está grande” etc etc. Durante estos trece años no he parado de escuchar eso y son frases que aunque no quisiera me repito una y otra vez, pues cada vez más son las personas que han elegido alejarse de mi.
Honestamente no hay nada más doloroso que el entender que las personas tienen un límite y a veces ese límite lo encontramos en los momentos donde más necesitaríamos que no lo tuvieran; y es válido claro que lo es, aquellos que te rodean no tienen la responsabilidad de vivir un proceso a tu lado todo el tiempo pero aún a pesar de eso hay quienes eligen hacerlo.
Y ahora si la pregunta ¿Qué hacer cuando te sientes solo?
1. Busca a tu círculo de apoyo
Establecer un círculo de apoyo es de las cosas más importantes para la recuperación y este consiste en en localizar aquellas personas clave con las que puedes contar incondicionalmente y que podrán darte su apoyo en cualquier momento que lo necesites. En mi caso mi principal círculo de apoyo son mis doctores (psicóloga, nutrióloga, psiquiatra) y mi pareja. Una vez que los tengas identificados debes confiar que ellos podrán estar para ti acompañándote en todo momento.
2. Habla con amigos, familia o personas importantes para ti
A veces compartir con alguien más lo que nos está ocurriendo puede ser una de las cosas más complicadas y más cuando se trata de este gran cliché de sentirte solo. Sin duda una de las cosas que más me ha ayudado en estos momentos es acercarme a aquellas personas que considero importantes o especiales para mi con un simple “hola”. Siempre el entablar una conversación con alguien más sobre lo que me acontece o sobre cualquier otro tema me hace moverme de lugar y regresar a mi misma para saber que en realidad no estoy sola, sólo es un pensamiento y juego de mi mente.
3. Enfoca tus pensamientos en situaciones donde te han acompañado
Parece el consejo más absurdo pero alguna vez alguien me lo dijo y en verdad que ha tenido cambios significativos en mi vida. El simple hecho de pensar en esos momentos en los que me he sentido acompañada con personas importantes en mi vida me hacen entender que el “sentirme sola” sólo es un estado que sin duda no es real.